Las escaleras son equipos auxiliares que tenemos en nuestros hogares para ayudarnos a realizar las tareas de bricolaje domésticas más habituales en nuestro día a día, como puede ser cambiar una bombilla, colgar un cuadro o arreglar los estantes más altos de los armarios. El mercado nos inunda con una gran cantidad de modelos de escaleras de mano y, en muy pocas ocasiones, prestamos atención a las indicaciones que nos aporta su etiquetado. Además de escoger la escalera doméstica que mejor se adapte a nuestras necesidades, es muy importante fijarnos en que cumpla con la norma EN 131. En caso contrario, la escalera incumpliría con los requisitos mínimos de seguridad y calidad, lo que pondría en riesgo nuestra seguridad sobre ella.
Sin embargo, ¿en qué consiste la Norma Europea EN 131? Esta normativa, creada por el Comité Europeo de Normalización CEN-TC 93 Escaleras y aplicable tanto a las escaleras de uso no profesional como a las escaleras de uso profesional, es un estándar europeo que establece los requisitos técnicos que deben cumplir las escaleras portátiles, obedeciendo a criterios relacionados con las dimensiones funcionales, los materiales y la carga máxima para no poner en riesgo la salud de los usuarios. Además, la Norma EN 131 contempla las características de diseño, los requisitos de ensayo y el etiquetado de las escaleras con el objetivo de que puedan usarse y transportarse con la máxima confianza y seguridad. El marcado EN 131 podrá aparecer en tu escalera doméstica siempre y cuando cumpla con todos los criterios aplicables a la norma. En caso contrario, habría que rechazar su uso al poner en peligro nuestra seguridad y salud.
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